Vuelo IB 2538 con destino Madrid.
Flight IB 2538 destination Madrid.
Dice a lo lejos
Una voz de lata
que intenta ser profesional,
mientras las ruedas de mi
maleta cabin size
se deslizan más deprisa aún
por el pavimento encerado del
aeropuerto.
Pasajeros del vuelo IB 2538 embarquen por la puerta A
56.
Passengers of flight IB 2538
please boarding at gate A 56.
A mi alrededor:
Un restaurante italiano
con manteles de cuadros en
cada mesa,
al lado de otro de Spanish Haute Cousin.
Un duty free shop ambientado al son del chá-chá-chá.
Y la oferta
de una botella
de agua
por 3 euros.
Super héroes super-pegados a ipads
cruzando el sutthle corredor
mientras hablan
por su blackberry
salvando el mundo
entre
escalas.
High class people con billete low cost
haciéndo tiempo en la zona vip
alardeando de lo barato
que es
hoy en día
volar.
Última llamada para pasajeros del Vuelo IB 2538 con
destino Madrid
Last call for passengers
Flight IB 2538 destination Madrid
Y las ruedas de mi maleta
giran y giran
tan deprisa como pueden
pues saben que es
imprescindible embarcar
transigir -y hasta quitarse los zapatos-
para huir de este absurdo
escenario -reflejo de otros tantos-
y poder aterrizar en ese
lugar
que no es ajeno
que no es de plástico
que son tus brazos.
Hay intento, hay sentido, hay placer y hay poesía.
ResponderEliminarBlas Alascio
Gracias Blas, es un placer tenerte de seguidor.
ResponderEliminarLos dígitos de aquel vuelo,
ResponderEliminarDos, cinco, tres y ocho, suman la edad de la Luna,
Ese gigante de circo que hace valer su mayoría de edad entre gigantes,
O la edad de cualquier luna...
La de una luna perdida en un almacén, junto a les blackberries, ya demodées...
La de una luna esclavizada en la órbita a un planeta
O, por qué no? la de una luna descalza buscando consuelo y guía...
E, incluso, la de una luna parecida a un lunar en brazo de atleta.
Y dígome?
De que sirve cualquiera de esas lunas
Ante la mayoría de edad del vuelo 2538, antes de despegar?
De nada, de nada sirve, si al otro lado del cordón aéreo
Quien te espera, lo hace con poesía.
Eliseu Oriol